8 de diciembre de 2021
17:30 h.
LOPERA. Jaén
Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción
CANTANDO E CON DANÇA
Cantigas a Santa María de Alfonso X el Sabio
1
Son sobre Virgo Virginum Anónimo (h. 1325)
Recordare Virgo Mater Anónimo (h. 1325)
Cantiga 421 Nembressete, Madre de Deus de Alfonso X el Sabio (1221-1284)
Saltarello II Anónimo (h. 1390)
2
Danza sobre la Cantiga 7 de Alfonso X el Sabio (1221-1284)
Cantiga 40 Deus te salve groriosa de Alfonso X el Sabio (1221-1284)
Cantiga 10 Rosa das rosas de Alfonso X el Sabio (1221-1284)
Saltarello III Anónimo (h. 1390)
3
Son sobre Lauda novella sia cantata Anónimo (h. 1270)
Cantiga 361 Null' ome per ren non deve de Alfonso X el Sabio (1221-1284)
Prosa Novis cedunt vetera de Anónimo (h. 1325)
Cantiga 424 Pois que dos Reis Nóstro Sennor de Alfonso X el Sabio (1221-1284)
AQUEL TROVAR
Delia Agúndez, canto
Antonio Torralba, flautas y percusión
José Ignacio Fernández, guitarra y cítola medievales
Daniel Sáez Conde, rabel y carillón de campanas
Se cumplen, este 2021, 800 años del nacimiento en Toledo del más especial de los reyes. Alfonso X de Castilla y León fue llamado “el Sabio” y el sobrenombre dice mucho de su singularidad en una época y un lugar en los que la misión principal de un monarca cristiano era hacer la guerra contra el infiel. Y es que la posteridad ha reconocido a Alfonso X fundamentalmente por la obra literaria, científica, histórica y jurídica realizada desde su escritorio real. Con un conjunto de intelectuales cristianos, judíos e islámicos, conocido como Escuela de Traductores de Toledo, el rey impulsó una obra literaria que inicia en buena medida la prosa en castellano. En el campo de la música, nos legó el monumento más importante de la canción trovadoresca europea: las más de cuatrocientas Cantigas de Santa María (h. 1284), cuidadosamente manuscritas en varios valiosos y bellísimos códices.
A esta obra cumbre del scriptorium alfonsí dedicamos el presente recital. Podremos disfrutar de los sonidos de los instrumentos medievales que acompañaban estas creaciones, así como de la belleza de la poesía galaicoportuguesa en que se vierten las alabanzas a María y el relato de sus milagros.
Y es afortunado el hecho de que todo ello vaya a sonar el día de la Inmaculada Concepción y en una iglesia consagrada bajo esa advocación, ya que las cantigas del rey Sabio, así como otras de las piezas que interpretamos hoy, están llenas de doctrina inmaculista en una época aún muy anterior al establecimiento del dogma.
Puede que, como dijera el Padre Mariana, el rey Alfonso, de tanto mirar al cielo, descuidara algunos asuntos de la tierra, pero es indudable que la música y la cultura salieron ganando con ello.