JUAN DE ANCHIETA, CANTOR DE SUS MAJESTADES

JUAN DE ANCHIETA (†1523), CANTOR DE SUS MAJESTADES

Motecta et Cantiones

I

Libera me, Domine de Juan de Anchieta

Ave Verum Corpus de Juan de Anchieta (atrib)

Salve Sancta Facies de Juan de Anchieta (atrib)

Conditor Alme Siderum de Juan de Anchieta

Salve Regina de Juan de Anchieta

II

Con amores la mi madre de Juan de Anchieta

Donsella, madre de Dios de Juan de Anchieta

Dos ánades, madre de Juan de Anchieta

En memoria de Alixandre de Juan de Anchieta



En la madrugada del 30 de julio de 1523 murió don Juan de Anchieta, uno de los grandes 

músicos de la época de los Reyes Católicos. Estaba en su magnífica casa mudéjar de la 

plazuela de San Sebastián, en Azpeitia. En un principio, esa mansión era una Janci-echea, 

una casa de vestir en la que, costumbre de aquellos tiempos, los señores cambiaban calzado 

y vestido, antes de entrar a la iglesia al volver de sus torres o casas de campo. 

Aunque en esta casa tuvieran lugar actos relacionados con la ajetreada vida pública de 

Anchieta, es de suponer, como apuntó Joaquín de Yrízar, que fuese también y sobre todo, 

el marco de la vida apacible que anhelaba cuando se retiró al pueblo en 1507 y, más aún, 

cuando, a partir de 1519, Carlos V le hace merced de eximirlo, ya del todo, de la obligación 

de residir en la corte: “El dicho Johannes está ya viejo para residir en nuestra corte…”. 

La imaginación, que es prenda de libertad, nos lleva a alguno de los aposentos donde el 

viejo músico tenía los libros de música que registra su inventario de bienes muebles. Es 

posible que hubiera allí también algunos instrumentos como los que se sabe que sonaban 

en la cámara del malogrado príncipe Don Juan, su discípulo: “vihuelas de mano, e vihuelas 

de arco e flautas”. 


Desde ese contexto anímico íntimo, hemos seleccionado algunas de las que nos parecen 

las más personales obras de música de Anchieta y las hemos imaginado dando calidez, en 

las voces y las manos de él mismo, de sus familiares y amigos, a los últimos días de su vida. 

Ese es nuestro homenaje.